Mishpatím Shemot / Éxodo 21:1-24:18
- Judaica Bogota
- 19 feb 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 jul 2024
Luego de la revelación en el Monte Sinaí, Di-s dicta una serie de leyes al Pueblo de Israel. Estas incluyen las leyes de sirvientes; las penas por asesinato, secuestro, asalto y robo; penas civiles por daños, las leyes sobre prestamos, las responsabilidades de los "Cuatro guardianes"; y las reglas que gobiernan la conducta de la justicia en las cortes.
También son dadas leyes advirtiendo contra el maltrato a extranjeros; la observancia de las festividades en las diferentes estaciones y las leyes de las ofrendas de la agricultura que debían ser llevadas al Templo en Jerusalén; la prohibición de cocinar carne con leche; el precepto de rezar. En total, la sección Mishpatím contiene 53 preceptos – 23 positivos (que implican hacer algo) y 30 negativos (que implican prohibiciones).
Di-s promete traer al Pueblo de Israel a la Tierra Santa y los advierte para que no tomen los caminos paganos de los habitantes actuales de la misma.
El Pueblo Judío proclama: "Haremos y escucharemos" todo lo que Di-s nos manda. Dejando a Aarón a cargo del campamento Israelita, Moshe asciende al Monte Sinaí y permanece allí por cuarenta días y cuarenta noches para recibir la Torá de Di-s.
Existen diferentes tipos de esclavitud si se analiza de otra forma, por ejemplo una persona puede creer que vivir la vida y ser libre es llevar una vida desordenada entre alcohol, comer lo que quiera sin importar si está prohibido, etc. Muchos piensan lastimosamente de esa forma, sin embargo la Torá fue entregada después de la esclavitud de Egipto y siempre en la festividad de Pésaj celebramos la salida de Egipto y la libertad, pero un segundo, en Egipto no teníamos la Torá, no teníamos tantos mandamientos, ¿entonces como puede ser que ahora con tantos mandamientos hablemos de libertad si prácticamente ya no puedo comer todo, no puedo hacer tal o cual cosa etc?
La respuesta es que la libertad consiste en saber controlar nuestras fuerzas internas y enfocarlas en hacer lo que la Torá nos permitió y de esta forma santificar nuestras acciones por corporales o mundanas que parezcan. Sin embargo si una persona sucumbe a sus deseos, instintos y a cosas prohibidas, al final de cuentas no es libre aunque piense erradamente que lo es, por el contrario ahora es un esclavo de sus deseos y necesidades que lo llevan a hacer cosas prohibidas, Jas Ve Shalom.
Por eso, a pesar que en esta Parashá el caso es diferente porque aquí si se le permitió al esclavo hebreo la mujer gentil, sin embargo el hecho de querer quedarse con ella y mantener su condición de esclavo, nos muestra que prefirió esto que tomar una mujer judía y tener sobre si toda las mitzvot.
Quiera el cielo que tengamos presente siempre todas nuestras obligaciones como judío, en el trabajo, en la enseñanza, en la familia y en todos lados por muy materiales que parezcan y así servir a nuestro creador aunque las pruebas a veces parezcan muy grandes.
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