Shemot (Shemot / Exodo 1 - 6:1)
- Judaica Bogota
- 7 ene 2021
- 11 Min. de lectura
Actualizado: 11 jul 2024
“Se levanto sobre Egipto un nuevo rey, que no conocía a Yosef”
En el inicio de esta historia, la Biblia habla sobre si el Faraón conocía a Yosef. ¿A caso no es mas importante saber que el Faraón era malvado? O que el Farón dijo: “¿Quién es Dios para que yo deba escuchar su voz?”. ¿Por qué es tan importante que él no conocía Yosef cuando no conocía a Dios?
La respuesta es la siguiente: cuando una persona deja de apreciar a los demás, es el final de su camino espiritual. En el momento en el que el Faraón olvidó a Yosef – Y olvidó que Yosef había salvado al reino – el camino sólo podía llevarlo hacia el fracaso. El nuevo rey se disponía a gobernar sobre Egipto sin reconocer que Yosef y los israelitas habían sido cruciales para su prosperidad y que Yosef había salvado a Egipto de la hambruna. Si el nuevo el Faraón había sido informado de este hecho le combino olvidarlo con el final de justificar la esclavización de los hijos de Israel, en parte porque temía que se hubieran vuelto demasiado poderosos. Su ingratitud hacia Yosef y la gente de Yosef dio lugar a la miseria que envolvió a los Israelitas y, finalmente, a los egipcios.
Cuando olvidamos a alguien que ha hecho algo por nosotros, aunque sea algo pequeño, también empezamos a olvidar lo que el Creador hace por nosotros a diario. En nuestras oraciones matutinas, cuando recitamos la bendición que ayuda a “devolver la vista a los ciegos”, ¿Cuántos de nosotros consideramos la posibilidad de que podamos despertar una mañana sin la bendición de la vista? Quizá uno entre un millón alcance este nivel tan elevado de conciencia, pero si tenemos el deseo de alcanzar una conciencia así, sólo podemos hacerlo apreciado a las personas que nos han ayudado. Des esta forma, podemos desarrollar apreciación por lo que el Creador nos da y hace por nosotros.
Hay una historia que Rav Berg cuenta sobre su maestro, Rav Brandwein. En 1967, justo después de que la guerra de los seis días entre Israel y varios países circundantes, un musulmán fue a entregarle una caja de toronjas a Rav Brandwein. El hombre le dijo que había esperado 25 años para poder entregarle ese regalo. Luego le dio un abrazo y partió. Cuando el Rav le pregunto a su maestro qué significaba todo aquello, Rav Brandwein le respondió que en 1942 hubo una grave crisis y que este hombre acudió a el para pedirle trabajo. En aquel entonces, sólo los judíos podían conseguir trabajo y había muy pocos recursos con los que subsistir.
Pero Rav Brandwein ayudó a aquel hombre. Le dijo: “a partir de a ahora te llamas Yitsjak. Puedo ayudarte a conseguir un trabajo bajo este nombre, pero deberás desaparecer durante el tiempo de las oraciones”. Al ayudar a este musulmán a hacerse pasar por judío, Rav Brandwein pudo ayudar a encontrarle trabajo. Por este motivo, aquel hombre quería ayudarle a darle las gracias… 25 años después. Sin embargo, en el trascurso de nuestra vida a menudo olvidamos aquellos que nos han ayudado, perdiendo todo recuerdo de su bondad incluso al cabo de un solo dia. Pero en verdad, no nos interesa recordar solo porque es lo correcto; nos interesa recordarlo porque cuando apreciamos a otras personas y lo hacen por nosotros, podemos fortalecer nuestra conexión con la Luz y apreciar todo lo que el Creador hace por nosotros.
Así pues, ¿es posible que el Faraón, habiendo estado tan cerca de Yaakov, Yosef y el resto de sus hermanos, de repente no supiera quien era Yosef? El Midrash (comentario bíblico) revela que durante mucho tiempo ha habido una controversia en la relación con la fase “se levantó un nuevo rey” puesto que unos decían que realmente había un nuevo rey y otros que solo los decretos del rey eran nuevos. Puesto que la Biblia no afirma que el rey de Egipto había muerto y que un nuevo rey había subido al trono, esto implica que el antiguo rey seguía vivo y que solo había cambiado sus leyes para que el actuara como un nuevo rey (Rashi, sotá 11a). Así pues, la frase “que no conocía” significa que el Faraón solo actuaba como si no conociera no a Yosef.
El Faraón creía que el éxito de Egipto era un resultado de sus propias acciones, de su propia sabiduría, fortaleza y poder. El eligió ignorar la conexión entre el final de la hambruna y la llegada de Yaakov y Yosef.
Espiritualmente, esto rebajo la relación del Faraón de su estatus de ser “amigo” de Yaakob y Yosef a alguien que no los conocía; o, en otras palabras, que no conocía a Dios.
Sólo necesitamos un segundo para olvidarnos de todo lo que viene del Creador. Cuando esto sucede, es el principio del final de nuestro desarrollo espiritual.
SINOPSIS DE DE SHEMOT
La palabra aramea Shemot significa literalmente “nombres”. Desde el capitulo bíblico de shemot hasta la historia de Mishpatim, la biblia describe el proceso de la salida de Egipto de los israelitas, un proceso que culminó finalmente la construcción del Mishkán (el Tabernaculo). Este proceso que tiene lugar a lo largo de las historias bíblicas de estas semanas y las siguientes se conoce como Shovavim, un acrónimo de las primeras letras de los títulos de estas historias. Durante este tiempo, el cosmos esta abierto para teshuvá, que significa literalmente (regresar). Podemos regresar al origen de nuestras acciones negativas y corregirlas en el nivel de la semilla. Según Rav Yitsjak Luria, esto se refiere especialmente a las transgresiones sexuales. La simple conciencia de nuestras fallas no es suficiente; la única forma de lograr esta conexión es a través de los poderoso códigos de los 72 nombres de dios.
Primera Lectura – Avraham – Jesed
1: 1 -17
Comentario del Rav
La historia de éxodo no trata en realidad sobre un éxodo, sino que más bien trata sobre los asuntos que dieron lugar al éxodo; como fue al llegar a la tierra de Egipto; los sabios nos han enseñado que la palabra Egipto (Mitsrayim) no se refiere a la tierra física de Egipto si no un código para el “exilio” (galut). En otras palabras Mitsrayim se refiere a nuestro (galut) personal: la esclavitud de la enfermedad, el dolor y el sufrimiento que tenemos que a travesar y aquellos aspectos de vida que nos causa dolor y caos.
Así pues, cuando Yaakov entra en Egipto, entendemos que significa que cuando elegimos conscientemente entrar a nuestro exilio – nuestro caos – con el entendimiento de que es un proceso, no es un fin en si mismo, y el caos que enfrentamos existe debido a una conexión (tikun) que es necesaria por elecciones previas, que hemos hecho y acciones que hemos llevado a cabo. Una vez que entendemos este exilio – este caos - por lo que es, podemos salir inmediatamente de él.
La historia de shemot trato tanto sobre la liberta que emerge de este caos como de forma en que eliminaos al Satán de nuestra vida. El Zohár y Yitsjak Luria enfatizaron que la palabra Mitsrayim proviene de la palabra mitsrá, que significa “comprimir, “encerrar” restringir sin libertar de movimiento”. Mitsrá cubre cada uno de los aspectos de dolor y caos en nuestras vidas en una u otra forma. Mitsrá es una totalidad de caos.
Segunda Lectura – Yitsjak – Guevurá
1: 18 – 22 al 2: 1- 10
Moshé nació. Un hombre llamado Amram, nieto de Leví, se caso con Yojéved, su tía, y Moshé nació de esa unión. Una vez más vemos un matrimonio ilícito que resulto en el nacimiento de un individuo muy justo y relevante. En verdad un matrimonio así puede ser una herramienta para engañar a Satán. La percepción de Satán de estas uniones es que nada bueno puede salir de ellas. Sin embargo, la Luz puede ocultarse dentro de un matrimonio de estas características, permitiendo que un alma muy elevada entre en el mundo sin la interferencia de Satán. El comentario dice que Moshé nació, toda se llenó de Luz (Meguila 14ª).
Moshé llegó al mundo como un individuo elegido para ayudar a los de su generación. No observante, Moshé también está presente en cada generación como canal para ayudarnos a cada uno de nosotros a vencer nuestra esclavitud personal.
El Faraón había ordenado la muerte de todo varón israelita recién nacido. Para proteger a Moshé, su madre y la comadrona – Miriam, la hermana de Moshé – lo colocaron en una canasta y lo dejaron flotar sobre las aguas del Nilo.
Para nosotros, esa canasta es el Zohár, y es nuestra protección. Podemos estar rodeados de negatividad, pero cuando nos revestimos con la Luz del Zohár, no tenemos nada que temer el Midrash dice que cuando Moshé fue puesto en el agua, los astrólogos del Faraón dijeron: “su redentor ha sido arrojado al agua”. Inmediatamente, el decreto según el cual todos los bebes varones debían ser lanzados al Nilo fue revocado (Sotá 12b).
La hija del Faraón rescato a Moshé del Nilo. Aunque Batya, la hija del Faraón, procediera de una familia negativa y vivía en la casa del Faraón, era una persona generosa. Esto nos enseña que no importa de donde venimos o cuales son nuestros ancestros, tenemos el potencial de ser generosos y proactivos. De hecho, cada uno de nosotros tiene la responsabilidad, así como el potencial de ser un humano generoso, de vivir proactivamente y de crecer espiritualmente.
La hija del Faraón pudo haber encontrado muchas excusas – su miedo a ser descubierta, su posición social, incluso su linaje – para no rescatar a Moshé, pero ella tomó la decisión correcta, y cada uno de nosotros debe hacer lo mismo. No podemos dejar la responsabilidad en manos de nadie más. Una vez que llegamos a este mundo, nuestro tikun (corrección espiritual) es nuestro, y debemos estar dispuestos a transitar el camino de nuestro propio destino espiritual.
La hija del faraón llevó a Moshé a una nodriza, pero Moshé la rechazó. Ella intentó con otras nodrizas egipcias, pero Moshé a todas por su negatividad. Finalmente, Miriam, la hermana de Moshé, fue llamada a encontrar a una mujer de quien Moshé aceptara ser amamantado. Ella recomendó a su propia madre, Yojéved, quien pudo amamantar a su hijo y criarlo durante los primeros años de su vida.
La negación del bebé a aceptar alimento de ninguna otra madre que no fuera la más iluminada, nos recuerda que debemos buscar la sabiduría de aquellos que están más calificados para darla. La sabiduría espiritual es la manera en la que el Creador nos envía nuestro alimento espiritual, y la búsqueda de nuestros compañeros adecuados en esta tierra. Es una parte del proceso.
La hija del Faraón le puso al bebé el nombre de Moshé “que en arameo contiene las letras men, shim, hei). Se nos cuenta que en realidad le puso el nombre de Monios, que significa, el fue rescatado del agua”, y Moshé es la traducción de esa palabra (Ibn Ezra). Muchos nombres han sido otorgados a este gran líder por distintas personas, pero el único nombre que ha persistido es Moshé. Esto nos enseña que nunca debemos despreciar lo que alguien dice porque no lo respetamos. La hija del Faraón, que provenía de una familia negativa y un pueblo negativo, pudo darle un nombre a esta alma tan excepcional, debemos ser conscientes de que los mensajes positivos pueden llegar a nosotros desde cualquier lugar. Nunca debemos ignorar un mensaje simplemente por la percepción del mensajero.
Tercera Lectura – Yaakov – Tiferet
2: 11 - 25
Moshé creció en la casa del Faraón, pero cuando alcanzó su madurez, decidió que quería sentir el dolor de la gente. Y cuando tenemos abundancia con seguridad y felicidad, debemos siempre estar conscientes de que hay personas en el mundo que no poseen nuestras bendiciones. Debemos recordar siempre que otros están sufriendo. Aunque no podamos compartir con ellos directamente, podemos al menos sentir por ellos y preocuparnos por ellos. Esto es lo que logró al sentir el dolor de su gente.
Moshé se vió forzado a abandonar a Egipto. Después de que Moshé se enterara que el Faraón quería matarlo debido al incidente con el egipcio se fue a Midiam donde encontró a su alma gemela, Tsiporá (con quien se casaría más adelante), en el poso de su padre.
El Faraón murió. Siempre que un gobernador muere en el mundo material, es porque el ángel que lo rige esta siendo reemplazado. Siempre que ocurre un cambio en los mundos superiores, el cambio debe también manifestarse en la tierra. Así pues, un cambio en el liderazgo nacional, como una elección en nuestro tiempo presente indica que ha habido un cambio en el ángel regente pertinente en los mundos superiores.
Cuarta Lectura – Moshé – Nétsaj
3: 1 - 15
La zarza ardiente. CuandoMoshé estaba empezado su transformación espiritual, Dios utilizó la zarza ardiente para iniciar el proceso de elevar su alma. La naturaleza de Moshé era parte ángel y parte humana. Se convirtió en el canal físico para atraer
Luz, motivo por el cual pudo resistir en el monte Sinaí. Debido a que era un ángel parcialmente pudo sobrevivir cuarenta días sin comer y, aun así, seguir siendo un participante activo en el mundo físico.
La zarza ardiente se revela este principio. Representa el concepto de la mente sobre la materia, del alma que se eleva por encima del reino físico.
Quinta Lectura – Aharón – Hod
3: 16 – 22 al 4: 1 - 17
Dios le dijo a Moshé que reuniera a los ancianos de Israel.
Dios ordenó a Moshé que consultara a los ancianos, asegurándole que ellos creerían lo que iban a decirles. Para lograr la redención de los israelitas, Moshé necesitaba tener tanto la confianza de las acciones afirmativas correspondientes por parte de los israelitas; incluso un alma tan grande como la de Moshé no podía hacer todo el trabajo por ellos. De forma similar Rav Shimon llevo a cabo el gran trabajo de recibir el Zohár, esto en sí mismo no podría ocasionar la redención. Muchas personas deben estudiar Kabbalah y el Zohár y ponerlos en práctica para que ocurra la transformación final de la humanidad.
Sexta Lectura – Yosef – Yesod
4: 18 - 31
A Moshé se le ordenó que regresará a Egipto. Puesto que se le buscaba por la muerte del egipcio, Moshé abandonó a Egipto durante cuarenta años. Este periodo representa el proceso de transformación y limpieza que Moshé logró al final de esos años, lo cual le permitió regresar a Egipto. Todos nosotros debemos pasar por un periodo de limpieza que nos permitirá lograr grandes hazañas para las cuales vinimos a este mundo.
Aharón, el hermano de Moshé fue a encontrarse con él. Para garantizar la finalización de la tarea de liberar a los israelitas, era crucial que ni Aharón ni Moshé sintieran celos o resentimientos egocentrismos. El Midrash dice que Aharón y Moshé eran completamente iguales (Bereshit Raba 1:15). Ellos tuvieron que cooperar al estar constantemente de que el Creador les había encomendado su tarea sagrada. Cada uno de nosotros debe recordar que, estemos donde estemos y seamos quien seamos nuestra posición y nuestras tareas, son aquellas que la Luz del Creador a elegido para nosotros. No importa lo aparentemente elevado o inferior que puede parecer nuestro trabajo, debemos recordar que no estamos trabajando nosotros mismos, sino para la Luz del Creador.
Séptima Lectura – David – Maljut
5: 1 – 23 al 6: 1
Moshé y Aharón fueron a ver al Faraón. Mientras Moshé estaba todavía en Midiam, Dios había parecido ante él en la zarza ardiente y le había mostrado señales milagrosas y prodigios que él podía realizar ante los israelitas en Egipto con el fin de persuadirlos de la verdad del mensaje de Dios. Moshé regresó a Egipto e hizo lo que se le había ordenado. Los israelitas estaban rebosantes de alegría y optimistas, debido a la revelación de Dios que le había dado a Moshé. Con gran entusiasmo, el pueblo hizo planes para su partida de Egipto. Pero cuando Moshé y Aharón aparecieron ante el Faraón y le pidieron que dejara marchar a los israelitas el Faraón se negó. De hecho, aumento la carga del trabajo de los israelitas e incluso se negó a proporcionarle los materiales que necesitaban para llevar a cabo su labor como esclavos.
Siempre que entremos a una situación que nos brinda una oportunidad para crecer y transfórmanos, debemos primero pasar por alguna dificulta o prueba. Esto es especialmente cierto en nuestro trabajo espiritual. Para alcanzar nuestro siguiente nivel superior, debemos a travesar un ritual de paso que hace que nos preguntemos “¿de verdad quiero seguir con esto?”. Debemos tomar la decisión consciente y decir “si”, y luego hacer el esfuerzo necesario para seguir adelante.
HAFTARÁ DE SHEMOT
JEREMÍAS 1: 1 al 2: 3
En esta Haftará, Yirmiyahu habla sobre la destrucción del templo mientras que la historia de Shemot sobre si misma habla sobre Egipto. “Egipto” representa la primera vez que nosotros – los “israelitas” – vivimos una desconexión o “exilio” de una Luz del Creador. cuando combinas las dos (la historia de shemot con esta Haftará), se revela una poderosa lección. Yirmiyahu no está recordando que cuando hemos caído – cuando hemos estado en un lugar de destrucción – cuando estamos enojado o deprimidos – es la oportunidad más valiosa que podemos tener para incrementar nuestra conexión con la Luz del Creador. Es fácil estar conectados con la Luz cuando estamos en un estado mental positivo. Sin embargo, debemos recordar que la razón por la que fuimos creados – y, por lo tanto, donde reside nuestro autentico trabajo espiritual – es para hacer el esfuerzo por lograr la conexión con la Luz del Creador, aun cuando estamos pasando por nuestros momentos más oscuros.
Fuente: La Biblia Kabbalistica, Éxodo, Editado por Yehuda Berg.
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