Lej Lejá (Bereshit / Génesis 12:1 al 17:27)

SINOPSIS

Israel: un estado mental, un estado espiritual.

El nombre de esta historia es Lej Lejá, que significa “vete”. La enseñanza básica detrás de esta historia esta relacionada con la trascendencia, y nos ayuda a salir y escapar de las ataduras de nuestro ego, liberarnos del interés propio y en el proceso emanciparnos de nuestras ilusorias zonas de confort. La verdadera Luz espiritual sólo se encuentra fuera de las fronteras en las que nos hemos acostumbrados a vivir: física, emocional y espiritualmente.

A Avram se le dijo que emigrara a Israel, la tierra Prometida. Israel es un código que simboliza un nivel más elevado de existencia espiritual. Según el Zóhar, este nivel más elevado de espiritualidad corresponde a la sefirá de Jésed, que irradia la energía de la misericordia. Este era, en realidad, el destino de Avram: ser el canal o conducto para traer misericordia al mundo físico y endulzar los juicios impuestos a causa de nuestras acciones negativas.

Para lograrlo, Avram (que todavía no recibía el nombre de Avraham) tuvo que abandonar su país, su lugar de nacimiento y la casa de su padre, todos ellos son códigos para ayudarnos a entender su estado inferior de conciencia. En efecto, esta fue la forma en la que Avram se liberó de las fuerzas negativas o cáscaras (klipot) que todavía estaban adheridas a él, para que pudiera elevar su conciencia a un nivel superior de espiritualidad.

Cada uno de nosotros tiene la misma misión y destino que tenia Avram. Todos hemos recibido la orden de ir hacia la Tierra Prometida, Israel, que es un estado mental, un nivel de espiritualidad, y una conexión más profunda con la Luz del Creador. En sentido figurado, un viaje hacia Israel significa alejarnos de ser reactivos, materialistas y egoístas, y convertirnos en personas profundamente proactivas, espirituales y totalmente amorosas.

A través del mérito de Avram, podemos alcanzar este tipo de crecimiento evolutivo de una forma gentil y misericordiosa, y no de una forma tormentosa, angustiosa y agónica. Salir de nuestro país de nuestro lugar de nacimiento y de la casa de nuestro padre significa que debemos desprendernos de nuestro ego, nuestra forma antigua de pensar, nuestras zonas de confort y nuestros patrones de comportamiento habituales e infructuosos, si lo que queremos es conectar con la Luz y encontrar la plenitud eterna.

Las palabras sagradas que cuentan esta historia nos ayudan a eliminar las klipot (cáscaras) y los bloqueos de nuestra conciencia para que podamos alcanzar el estado de Israel (Jésed, la energía de la misericordia) en el interior de nuestra alma. La Luz que fluye a través de estas letras también suaviza nuestra intransigencia en situaciones en las que nuestra terquedad y nuestro ego nos impide aceptar el cambio espiritual.

Primera Lectura – Abraham – Jesed

12:1 al 12: 13

El Zóhar nos dice que Avram se volvió un sabio en el funcionamiento de los mundos celestiales. Él estudió las diez Sefirot (el árbol de la vida) y exploró los reinos espirituales y físicos de la realidad. Llegó a dominar la sabiduría de las estrellas, los planetas y los signos del zodiaco. Sin embargo, el Zóhar también afirma que “salte” significa que el Creador le dijo Avram que no debía limitarse al aspecto físico de la astrología y los horóscopos, pues los seres humanos tienen la capacidad de elevarse por encima de las influencias planetarias y convertirse en los capitanes de su propio destino.

La astrología Kabbalística es un conocimiento auténtico de los planetas y las estrellas. No esta creada para limitar nuestros horizontes, sino para ser una guía que nos muestre dónde está nuestro potencial espiritual, además de cómo superar nuestros bloqueos para alcanzar nuestro propósito en esta vida. De esta forma, podemos elevarnos por encima del plano de los planetas y sus influencias negativas.

La historia de la emigración de Avram a Israel es también una metáfora que oculta un concepto todavía más profundo: el viaje del alma cuando deja el mundo superior, que es la “casa de nuestro Padre”, e inicia su estancia en el ámbito terrestre, donde se le da la vestimenta de un cuerpo humano para que lo lleve puesto en su búsqueda para alcanzar la transformación espiritual.

La transformación espiritual en esencia, esta relacionada con la anulación del ego y la subyugación de la naturaleza reactiva e impulsiva del ego. Cuando estas tendencias están controladas, podemos dar rienda suelta a la voluntad y al poder de nuestra alma para que inspire un comportamiento proactivo, un respeto por la dignidad humana y un amor incondicional por los demás.

Segunda Lectura – Yitsjak – Guevurá

12: 14 al 12:20

El Zóhar revela que “Egipto” es un código que representa la profundidad de la propia negatividad del hombre donde las chispas de Luz Divina han caído. La civilización de Egipto en los tiempos de Avram había caído en la decadencia desde tiempo, su gente se había entregado al orgullo, el egocentrismo y las practicas mágicas prohibidas. Muchos líderes espirituales a lo largo de la historia han descendido a estas regiones negativas para rescatar y elevar las chispas de Luz que están atrapadas dentro de lo más oscuro y recóndito de nuestro ser.

Sin embargo, va en contra de los principios de la naturaleza humana mirar hacia nuestro interior y reflexionar sobre nuestros propios atributos inmorales. Nuestros cinco sentidos y nuestro ego están sintonizados de forma más o menos constante con el mundo externo que nos rodea. A través de la lectura sobre el tipo de introspección y autoexamen que realizó Avram, se nos brinda acceso a un almacén eterno de energía Divina, que se pone en nuestra disposición en las vibraciones que emergen de la lectura de esta sección.

La Luz que ahora recibimos brilla en lo profundo de nuestro ser interior, expulsando las cualidades insensibles y egoístas de la esencia de nuestro ser. La energía que se genera aquí puede elevar todas las chipas celestiales que han caído en la materia física para que el Egipto que está dentro de nosotros y a nuestro alrededor sea al fin conquistado, permitiendo así que la Luz Divina y la libertad irradien en todo el cosmos.

Tercera Lectura – Yaakov – Tiferet

13:1 al 13:17

La Biblia dice que surgieron problemas entre los pastores del ganado de Avram y los pastores del ganado de su sobrino Lot. El Zóhar revela que este conflicto es un código que representa el deseo de Lot de regresar a la adoración de ídolos.

Siempre que permitimos que un objeto o una situación externos controlen nuestro comportamiento, nuestros pensamientos o nuestras emociones, estamos cometiendo el pecado de la idolatría al ídolo del dinero. Son discípulos de sus negocios. Otros están gobernados por las apariencias de aquellos que les rodean, obsesionados por imágenes de elegancia y belleza, arrodillándose ante los altares de la moda, rezando a iconos culturales por la imagen personal que sienten que deben trasmitir a los demás. En el momento en que permitimos que el mundo externo controle nuestro corazón y nuestra mente, nos convertimos en idólatras.

Cuando Avram descubrió que su sobrino estaba involucrado en la idolatría una vez más, supo de inmediato que tenia que separarse totalmente de Lot. Es importante destacar que Lot decidió entonces ir a la ciudad de Sodomo (de Sodoma y Gomorra), mientras que Avram eligió la tierra de Israel.

En su esencia, esta historia esta relacionada con la influencia que nuestro entorno inmediato ejerce sobre nosotros. Todo aquel que esté interesado en transitar el camino de la Luz debe asociarse con personas que sean sinceras en su deseo de crecer espiritualmente. Aunque nuestras propias intenciones puedan ser inevitablemente a nuestra conciencia y nuestro comportamiento, por lo que tener personas negativas en nuestro entorno acabará ejerciendo una influencia negativa sobre nuestra vida. Tal como dice el Zóhar: Quien quiera que acompañe a un perverso seguirá finalmente sus pasos. – el Zóhar, Lej Lejá 20:176

La segunda lección que se desprende de aquí es que los semejantes se atraen. Avram, al ser puro y positivo, se trasladó naturalmente a Israel. Lot, quién poseía rasgos profundamente negativos, gravitó automáticamente hacia Sodoma y Gomorra. Si nos comportamos de una forma positiva hacia los demás y nos resistimos a nuestras tendencias egoístas, atraeremos la Luz del Creador de forma natural a nuestra vida. En lugar de recibir placer a corto plazo seguido de caos y desgracia, atraeremos plenitud a largo plazo.

Cuarta Lectura – Moshé – Nétsaj

14:1 al 14:20

Una serie de pequeñas contiendas culminaron finalmente en una batalla durante el tiempo en que Avram vivió en Mamré. La batalla fue entre una coalición de cinco reyes y otra coalición opuesta de cuatro reyes, y tuvo lugar en el Valle de Sidim, que contenía un mar salado. Los cinco reyes y, en el proceso, los reyes triunfantes capturaron a Lot. Uno de los hombres de Lot escapó para informar a Avram sobre la captura de su amo. Avram reunió rápidamente a 318 sirvientes armados para que lucharan contra el ejército de los cuatro reyes y, contra todo pronóstico, él y sus hombres derrotaron a los cuatro reyes y rescataron a su sobrino, Lot.

Obviamente, un grupo pequeño de hombres no puede vencer a los grandes ejércitos de cuatro naciones. El secreto de esta victoria se encuentra en el numero 318, que es el valor numérico de la palabra aramea siaj, que significa “habla”. El kabbalista Rav Berg nos dice que siaj se refiere al habla de los ángeles. Estos ángeles pueden concebirse como paquetes de energía y son, en realidad, los 72 nombres de Di-s, los cuales consisten en 72 secuencias de tres letras arameas cada una. Estas secuencias son esas mismas fuerzas angelicales que nos dan el poder de la mente sobre la materia, y fueron estos Nombres los que empleó Avram para vencer a las cuatro naciones.

Quinta Lectura – Aharón – Hod

14:21 al 15:6

Aquí se deja perfectamente claro que cuando diezmamos el diez por ciento de nuestras ganancias desconectamos nuestro medio de subsistencia de la influencia de Satán. Al dar el diez por ciento, creamos una abertura para recibir aún más sustento a cambio. Por otro lado, si no diezmamos podemos ahorrarnos el diez por ciento a corto plazo, pero también le damos a Satán libre acceso a nuestra vida, donde él causará con seguridad diez veces más caos, ya sea en el area de las finanzas, la salud, las relaciones o nuestro bienestar emocional.

Además, los sabios nos enseñan que sea cual sea la cantidad de nuestros ingresos anuales, sin importar lo grande o pequeña que ésta puede ser, la Luz Divina siempre nos aumenta los ingresos un diez por ciento más para permitirnos diezmar sin dificultades. Debido a que el proceso de compartir ingresos es una herramienta importante para evitar que Satán entre en nuestra vida, el diezmo no se considera caridad sino más bien protección contra Satán. Sólo cuando damos el diez por ciento siguiente de nuestros ingresos, la porción que podemos elegir dar por encima del diezmo original, se considera un acto genuino de caridad. El primer diezmo es por simple supervivencia.

Al diezmar todos los botines de la guerra, Avram recibió a cambio bendiciones espirituales eternas que aseguraron su inmortalidad. Por este motivo, gracias al mérito y las acciones altruistas de Avram, nosotros que somos sus descendientes podemos ahora invocar la Luz de la inmortalidad a nuestro mundo, cortando la influencia oscura del Ángel de la Muerte para siempre.

Sexta Lectura – Yosef – Yesod

15:7 al 17:1-6

Avram clamó a Di-s, lamentando su incapacidad para tener hijos porque había visto en las estrellas que no estaba destinado a ser padre. El Creador explicó que todas las personas tienen ciertos juicios pendientes sobre ellas como consecuencia de acciones cometidas en esta vida o en vidas pasadas, y que estos decretos de juicio son visibles a través de la astrología, el cálculo de las influencias planetarias y estelares.

Sarai la esposa de Avram, no podía tener hijos, así que Sarai le dijo Avram que engendrara un hijo con su sirvienta egipcia, Hagar. Avram accedió, y a través de esta unión nació Yishmael, la semilla y el padre de todas las naciones árabes. Yishmael y el futuro hijo de Avram Yitsjak, el padre de los israelitas, están unidos en Avram, su padre común. Uno de los pocos lugares en el mundo en el que puedes encontrar israelitas y musulmanes rezando uno al lado del otro es en la tumba de Avraham en Hebrón.

Así pues, la Luz que emana de esta historia ayuda a engendrar amor incondicional y respeto por la dignidad humana, no sólo entre israelitas y musulmanes, sino en toda la humanidad. A través de esta enseñanza, puede erradicarse la intolerancia de los corazones de los humanos, y las barreras raciales o religiosas pueden disolverse totalmente.

Séptima Lectura – David – Maljut

17:7 al 17:27

Mientras estaba todavía bajo la influencia de las estrellas, Avraham tenia el nombre de Avram. después de su transformación espiritual, cuando dejó de estar gobernado por el hado, la letra aramea Hei fue añadida a su nombre, cambiándolo de Avram a Avraham.

Según los sabios, el nombre arameo de una persona es el código espiritual genético de su alma, y el concepto kabbalístico de alterar el nombre de una persona alfabéticamente puede compararse con la ciencia de la ingeniería genética, en el cual el código genético de una persona se altera para reducir una predisposición genética a distintas enfermedades y dolencias. Curiosamente, todo ADN está estructurado y por consiguiente clasificado alfabéticamente, y nuestro código genético esta escrito utilizando cuatro letras químicas: A, T, C y G, las letras iniciales de los nucleótidos que constituyen la cadena de ADN.

Según la Kabbalah, el concepto de un nombre arameo es extremadamente importante, puesto que permite que los rasgos y cualidades asociados con ese nombre en particular se trasfieran al alma de la persona. Este es el motivo por el cual se nos recomienda que demos a nuestros hijos el nombre de grandes figuras de la Biblia, para imbuirlos de los rasgos nobles de sus homónimos.

Lo contrario es también cierto. Si un niño recibe el nombre de un familiar que ha tenido dificultades en la vida – con respecto a la salud, finanzas o el matrimonio – los rasgos espirituales y las deudas kármicas de este familiar a menudo son trasmitidas a ese hijo. En tales casos, se nos recomienda que cambiemos el nombre del niño para conectarlo con personajes de la Biblia que son vehículos de una energía positiva y poderosa.

Puesto que Sarai no podía tener hijos, su nombre se cambió de Sarai a Sará, reemplazando la letra aramea Yud por la letra Hei al final del nombre. Esto indicó un cambio genético espiritual que también transformó todo su ser, permitiéndole dar a luz un hijo.

Muchas mujeres en nuestra época tienen dificultades para concebir hijos, pero muy pocas son conscientes de que un simple cambio de nombre puede ayudarles a eliminar los obstáculos espirituales y físicos que están en la raíz de su problema. El nombre de una mujer influye no solo en su alma, sino también en alma de sus hijos. Esta es la razón por la cual una mujer debe elegir un nombre de la Biblia, para asegurarse de que tanto ella como sus hijos puedan beneficiarse de los atributos más positivos y los rasgos mas nobles que haya disponibles.

HAFTARÁ DE LEJ LEJÁ

ISAÍAS 40: 27- 41:16

Yeshayahu describe la guerra entre Avram y los reyes, y cómo Avram maquinó su derrota. esto nos enseña que el Creador siempre está con nosotros en nuestras batallas, y si pensamos que podemos obtener la victoria por nuestra cuenta, lo más seguro es que perdamos. Así pues, como Avram, debemos aprender a ceder ante nuestra necesidad de la ayuda y el poder del Creador.

Fuente: La Biblia Kabbalistica, Genesis, Editado por Yehuda Berg.